jueves, 18 de abril de 2013

El céntimo.
Hoy escucho un programa sobre economía, en el Radio, que una señora que está en el paro recibe un aviso de Hacienda exigiendo que le sea devuelto un céntimo que le habían pagado de más, con el añadido de amenaza de ponerle un recargo del 20% sino paga en un plazo determinado. Al día siguiente va a devolverlo a la oficina de empleo.
Y se encuentra con la sorpresa de que no lo admiten por no haber sacado cita, que tendría que sacarla para que la atendieran.
¿Qué 20% de porcentaje le vana a cobrar cuando el céntimo es la unidad más pequeña? ¿Es tan desastrosa la organización del Estado? ¿Por qué no se incentivan a los funcionarios que saquen a la luz estas cosas, para solucionarlas? Para hacer un Estado que funcione de manera racional y eficaz, mejorando la vida de los ciudadanos y no creándoles problemas absurdos.

Pero luego por la noche, mi esposa estaba viendo una entrevista a la vicepresidenta y me quedé escuchando. Estuvo hablando de varias reformas que se estaban para aprobar y dentro de la racionalización del gasto, se encontraban con organismos que estaban creados para la Expo 92 y la Barcelona Olímpica.
Se les da el caso que hay desde entonces un personal que no hace nada útil porque son organismos que no tienen funciones específicas, pero como siguen cobrando a fin de mes, pues...
Se encuentran con que tienen que hacer ellos mismos unas reuniones con unos plazos y unas funciones que no sirven nada más que para mantener unos tinglados que nos cuestan dineros a todos los españolitos, que no sirven para nada y además en tiempos de crisis.

Por otro lado nos encontramos que nos dan transmitido por la tele la sentencia de la Pantoja,
¿Es lógico que la justicia se deje llevar por la ola de espectáculos y funcione como tal?.

Estos son unos reflejos de una parte de la administración y burocracia y absurda que padecemos.