viernes, 25 de enero de 2013

Corrupción nuestra de cada día, 25 de enero 2013

-Ayto. Lloret de Mar: el ciudadano ruso Andrei Petrof, pasa de ser un churrero a un potentado económico que se permite financiar actos clubes, etc... ¿De donde saca pá todo lo que destaca?.
-Alcalde de CIU que ahora descubren concesiones irregulares, blanqueo de dinero, cohecho, parece que tienen bastante relación, el primer fulano con el segundo.

-Caso Pallerols: UDC, para los amigos Unió, socio de los puyolines y los mases, se lucró “sin darse cuanta”, recibió money para sueldos, oficinas y material, unos 158. 000€ de nada.

-Merca Sevilla,- suma y sigue 300.000€, también de nada, para pintura, para pintar no se qué y como el dinero público no es de nadie, según la insigne constitucionalista y ex ministra de Cultura Doña Carmen Calvo Poyato. Pero mire Ud. por dónde miran donde están esa ingente cantidad de pinturilla y... ¡ no aparece registrada como ingresada en almacén, solo existía el pago! Por medio había un fulano de UGT.

-Carcel de Huelva descubren que desde el 2009-11. Otros 400.000€ de irregularidades contables descubiertas, cuando Rubalcaba era el jefe (?).
-Esta noche escucho de UGT Andalucía, que hizo un ERE por razones económicas y resulta que tenía mucho más dinero en caja del que decían tener. Por supuesto han ido a aplicar la ley que tanto han criticado y siguen criticando. ¿Tendran veguenza?

- Hoy tambien hemos conocido la situación de los Concejos Económicos y Sociales, esos entes que se han creado normalmente para ser los retiros dorados de aquellos que no consiguieron carguitos en mi partido (¿a?).
Pues bien esas fundaciones parece ser que se dedican a hacer informes, que ya me gustaría saber para qué sirven y quienes les hacen casos. La media al parecer es de dos informes por año y entidad, deslomados, vamos.¿Cobran por ello? ¡Of course! ¡Por supuestísimo!. no hemos podido saber cuánto (viva la transparencia) pero si que en ello se va desde el 35 al 60% de su presupuestos.

Esto es solo hoy,  me gustaría que mañana no escuchara nada más de este tema, pero...me temo lo peor.

martes, 22 de enero de 2013

EL SUEÑO.



Hay veces que sueño por la noche y casi siempre en los sueños que estoy en situación de riesgo me despierto. Esto ha sido una constante desde pequeño.
Dicen los expertos en el tema que soñamos continuamente todas las noches, pero que recordamos solo los que nos despiertan. Yo los que recuerdo  suelen ser  en momentos desagradables, por esto pienso que debe de ser de verdad, aunque también tengo sueños placenteros, pero estos inconcientemente suelo alargarlos sin despertar hasta que acaba la historia, pero suelo olvidarlos con facilidad, los unos y los otros. ¡Esos intricados vericuetos de la mente humana!

Anoche poco después de haber leído varios artículos de la Constitución Española, lo lógico sería soñar con algo relativo, pero no. También sería lógico que después de leer varios artículos de la Constitución, como me suele ocurrir desde hace años, lo que antes disfrutaba, en mi etapa sindicalista leyendo esos grises textos legales de leyes laborales. que hoy me dan sueño. Pero interrumpido tras un breve periodo de un par de horas.
De pronto me veo en la escalera de la casa de mi abuelo, pero no las actuales, la que reformó mi tío Antonio, sino aquellas hechas de yeso con mamperlanes de madera, ya muy gastados los bordes, casi redondos por el paso de años y de todos mis tíos que dormían el en soberao, y nosotros (mi microfamilia) al lado contrario.
El yeso para protegerlo y no dejarlo que se fuera desprendiendo de dicho paso continuo, mi madre le daba con una pintura roja, de olor avinagrado, poco agradable al olfato, que era específica para eso. Pero te exigía cada corto tiempo darle un repaso.
El patio de la casa la cocina y parte del corral, estaban derribados con los escombros por medio, amontonados de cualquier manera.
Al fondo a la izquierda había una pared con el enfoscado en el suelo, dejando ver unas piedras calizas de tamaño medio, brillantes como esas que se ven en viejos empedrados, ya muy desgastado por el paso de la gente, de un color gris anaranjado, suave y un poco fosforescente.
Recordaba haberlos pintado antes y me atraía de manera obsesiva. Desde lo alto de la escalera miraba a la pared y mi visión era como de una cámara que se acercaba de manera progresiva pero a una velocidad muy rápida, tan rápida que me sentía trasportado directo a la pared, viendo que ya me quedaba muy poco espacio me disponía al choque contra la pared, hice ese movimiento instintivo de extender los brazos hacia adelante. 
 
De pronto se frena el avance y sin yo hacer nada, retrocedo suspendido en el aire, de espalda hasta lo alto de la escalera, de una manera suavemente lenta, me encuentro depositado en el suelo. 
Al mismo tiempo yo me veía todo negro desde lo alto de la escalera

A continuación estoy un poco más adentro, en el cuerpo de casa -comedor-cocina, donde vivía con mis padres y hermanos. Que pese estar el bajo semiruinoso, la parte alta donde vivíamos nosotros se conservaba intacta, como suspendida en el aire.
Allí veo una figura en la penumbra, vestida de negro, que se marchaba hacia las escaleras, estaba oscuro y las escaleras estaban algo más claras, me pareció que era mi tía Trinidad, con su curvatura de espalda de los últimos años. 
Como ésta hacía años que murió, y yo tan racional quise hablarle para identificarla y preguntarle cosas, pero la garganta no me respondió y en ese momento sentí una angustia que me hizo despertar.
Espero que los siguientes días de lectura constitucional no me de sueños tan extraños.

jueves, 3 de enero de 2013

Subidas al San Cristobal

LA SUBIDA AL SAN CRISTOBAL
1966 ó 1967 Puerta de la parroquia de El Bosque

A mediados de los 60, estando trabajo en Manufacturas Morvil, popularmente conocida por El Vaticano. Uno de los socios (Luis Vilches) era intimo amigo del organizador de dicha subida, Manuel Cabello Janeiro.
No recuerdo si ya habían subido un par de veces, pero ese año yo me “apunté”. Fuimos como de costumbre el día 1 de mayo, que como estábamos en plena dictadura, ese día era bueno para hacer cualquier cosa menos manifestarse. Así que una fecha de mayo, normalmente sin frió y con sol.
Salimos en “la diligencia” el autobús más viejo de Los Amarillos, de ahí su nombre popular, nos dejó en Grazalema, desayuno y comienza la ascensión, íbamos algunos jóvenes, estudiantes y currantes, varios profesores y no pocos sesentones o cuasi, el mayor el Sr. Lamela con 62 años, que le dimos hasta un aplauso.
Subíamos más o menos juntos, muchos sin agua ni otra bebida. Algunos mayores se pusieron a la cabeza, como Rafael Maza y cuando llego a un alto, dijo la primera etapa es miá ahora que tire otro.
Al final los primeros que llegamos arriba fuimos Manuel Domínguez Cañamaque y yo, ambos al igual que varios más procedentes de la misma empresa.
La bajada que fue más peligrosa, por la cantidad de piedras sueltas y la inclinación del terreno, junto con una espesa alfombra de esparto.
Se bromeaba con los nombres de esta planta y el Esparta de Blegrado que había, o iba a jugar con el Real Madrid de las muchas copas.
Abajo Cabello propuso en un descanso que cada uno contara algo a modo de fuego de campamento. Los jóvenes muy tímidos, los mayores más cortos aun, Manolo Piñero invitó a Cabello que contara lo que hizo en el colegio que estuvieron ambos. Este accedió y pasamos un buen rato. Luego le pidió a Piñero que cantara algo de zarzuela y nos dio un recital a capela digno de uno de los mejores, sobresaliente en Granada, canción que tuvo que repetir en la Huerta.
Fuimos bajando ya con más confianza, más comunicativos a modo de paseo para luego en el Bosque nos recogía otra vez la Diligencia y a casita, un lavadito y al cine.

1967 ó 68

Al año siguiente aquello ya se desbordó de éxito, de un coche pasamos a tres y bastante mayores. Venía el párroco D. Gabriel Garrido Luceño y con él varios de hermandades que llevaban dos palos preparados por Paco el carpintero, para dejar arriba una cruz.
Cuando llegamos al Grazalema del 67 ó 68, los pocos bares no daban abasto a servir café, por tanto unos salimos antes que otros hacia la subida. Yendo hacia arriba me encontré con Antonio García, marido de Anita la del Corte, y llevaba una bota como de dos litros de agua. Viendo que la llevaba en las manos le dije que si quería se la llevaba, accedió y me comentó que la quería para cuando estuviéramos arriba, la metí en mi bolsa y seguí con el, pero por lo visto íbamos demasiado rápidos y el hombre se fue quedando detrás. Más arriba nos encontramos a un campesino que nos dijo que siguiéramos, hasta el Puerto del Boyar y que un poco más abajo hay una cañada que lleva hasta arriba. Varios nos hicimos caso y cuando llegamos estaba allí efectivamente pero era todo un tramo desde abajo hasta arriba, mucho más corto pero de una verticalidad que asustaba, de unos 1.500 mt.
Para no quedarnos detrás volviendo al camino de siempre acometimos la puñetera subida, para ubriqueños de aquella época de jornadas de 8 de la mañana a 12 de la noche, sábado incluido, poca práctica deportiva. Aquello era muy duro, gracias a que yo dedique el poco tiempo libre a hacer el cabra en la sierra y en la finca de mi abuelo, y montaba en bici, además de acostumbrado de subir a la era a jugar los domingos por la tarde, sin beber en verano. Pues lo aguantaba mejor, pero venía en el grupo Samuel Sánchez que la sed no lo dejaba subir, le fui dando poquitos de agua de Antonio García, hasta llegar arriba con algo más dela mitad. Esto era en los neveros y me quedé allí hasta que pasó el último, por el simple gusto de no ser de los primeros, y me gustó por lo que supone de dominio de si mismo.
Esta vez la foto se hizo arriba, después de instalar la cruz. Imaginaros unas 90 personas bajando por la misma ladera, lógicamente no todos a la vez, de manera que los que bajaban antes tenían que tener cuidado por si venía alguna piedra rodada, cosa que era peligrosa debido a la pendiente no había mucho tiempo para reaccionar.

Entonces no me gustó tanto por lo masivo y ya al siguiente año yo estaba en un proceso formativo descubriendo otras cosas que en mi vida me serian de gran utilidad y me desentendí.
No recuerdo si hubo más subidas pero yo sí hice otra años más tarde, haciendo el Graduado Escolar, fuimos a dar el paseo del Pinsapar, como iban mayores les llevábamos mucha ventaja, a los adelantados nos propuso Quique el profe, que subiéramos y subimos varios desde la misma base, llegamos vimos el paisaje y ya que los demás habían pasado al pinsapar nos bajamos.

Tengo pendiente subir al Torreón cosa que cada vez veo más difícil y no por la edad ya que ahora práctico deportes habitualmente.