EL
SUEÑO.
Hay
veces que sueño por la noche y casi siempre en los sueños que
estoy en situación de riesgo me despierto. Esto ha sido una
constante desde pequeño.
Dicen
los expertos en el tema que soñamos continuamente todas las noches,
pero que recordamos solo los que nos despiertan. Yo
los que recuerdo suelen ser en momentos desagradables, por esto pienso
que debe de ser de verdad, aunque también tengo sueños placenteros, pero estos inconcientemente suelo alargarlos sin despertar hasta que acaba la historia, pero suelo olvidarlos con facilidad, los unos y los otros. ¡Esos intricados
vericuetos de la mente humana!
Anoche
poco después de haber leído varios artículos de la Constitución
Española, lo lógico sería soñar con algo relativo, pero no.
También sería lógico que después de leer varios artículos de la
Constitución, como me suele ocurrir desde hace años, lo que antes
disfrutaba, en mi etapa sindicalista leyendo esos grises textos
legales de leyes laborales. que hoy me dan sueño. Pero interrumpido
tras un breve periodo de un par de horas.
De
pronto me veo en la escalera de la casa de mi abuelo, pero no las
actuales, la que reformó mi tío Antonio, sino aquellas hechas de
yeso con mamperlanes de madera, ya muy gastados los bordes, casi
redondos por el paso de años y de todos mis tíos que dormían el en
soberao, y nosotros (mi microfamilia) al lado contrario.
El
yeso para protegerlo y no dejarlo que se fuera desprendiendo de dicho
paso continuo, mi madre le daba con una pintura roja, de olor
avinagrado, poco agradable al olfato, que era específica para eso.
Pero te exigía cada corto tiempo darle un repaso.
El
patio de la casa la cocina y parte del corral, estaban derribados
con los escombros por medio, amontonados de cualquier manera.
Al
fondo a la izquierda había una pared con el enfoscado en el suelo,
dejando ver unas piedras calizas de tamaño medio, brillantes como
esas que se ven en viejos empedrados, ya muy desgastado por el paso
de la gente, de un color gris anaranjado, suave y un poco
fosforescente.
Recordaba
haberlos pintado antes y me atraía de manera obsesiva. Desde lo alto
de la escalera miraba a la pared y mi visión era como de una cámara
que se acercaba de manera progresiva pero a una velocidad muy rápida,
tan rápida que me sentía trasportado directo a la pared, viendo que
ya me quedaba muy poco espacio me disponía al choque contra la
pared, hice ese movimiento instintivo de extender los brazos hacia
adelante.
De
pronto se frena el avance y sin yo hacer nada, retrocedo suspendido
en el aire, de espalda hasta lo alto de la escalera, de una manera
suavemente lenta, me encuentro depositado en el suelo.
Al mismo tiempo yo me veía todo negro desde lo alto de la escalera
Al mismo tiempo yo me veía todo negro desde lo alto de la escalera
A
continuación estoy un poco más adentro, en el cuerpo de casa
-comedor-cocina, donde vivía con mis padres y hermanos. Que pese
estar el bajo semiruinoso, la parte alta donde vivíamos nosotros se
conservaba intacta, como suspendida en el aire.
Allí
veo una figura en la penumbra, vestida de negro, que se marchaba hacia las escaleras, estaba oscuro y las escaleras estaban algo más claras, me
pareció que era mi tía Trinidad, con su curvatura de espalda de los últimos años.
Como ésta hacía años que murió, y yo tan racional quise hablarle para identificarla y preguntarle cosas, pero la garganta no me respondió y en ese momento sentí una angustia que me hizo despertar.
Como ésta hacía años que murió, y yo tan racional quise hablarle para identificarla y preguntarle cosas, pero la garganta no me respondió y en ese momento sentí una angustia que me hizo despertar.
Espero
que los siguientes días de lectura constitucional no me de sueños
tan extraños.
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