Hemos hecho un viaje a Madrid de cuatro
días, mi santa esposa y yo, sobre todo para ver pintura del siglo
XIX española, que es una de las que más me gustan. Estos viajes los
venimos haciendo cada cierto tiempo, a veces acompañados de amigos.
Bien siempre, pero esta vez nos han ocurrido tres hechos que nos han
agradado bastante a ambos.
1º En primer lugar nos fuimos al Casón
del Buen Retiro y como no se veía movimiento de personas siendo poco
antes de las diez, estaba leyendo unos letreritos con los distintos
departamentos, cuando llega una señora y le pregunta a mi esposa
¿Qué buscáis?. Le expliqué que después de haber ampliado el
Prado, como habían dicho que sería para albergar los pintores del
siglo XIX, y una vez terminadas las obras no había escuchado nada
más. ¿Dónde podemos ver dichos pintores? Nos estuvo explicando la
señora, muy amablemente, que podíamos encontrar algunos en el Prado
desde la sala 75 en adelante, aunque el Casón tenía para llenar el
Prado y nos mostró otro edificio al lado izquierdo, de arquitectura
de los austrias, precioso y enorme, pero lo de la crisis...
Nos comento que se lo diría a su
compañero que llevaba los pintores del XIX, que le daría mucha
alegría que hubiera gente interesada y que viniera a verlos. Nos
dijo: por cierto ¿Tenéis entradas?
Pues no, porque no sabíamos si
estarían allí o aquí. Nos hizo pasar y le ordenó a otra señora
que estaba tras un mostrador que le dijera a los del Prado que nos
hicieran con nuestro nombre un pase especial para visitar el museo.
Con lo cual nos evitamos hacer colas ya que pagar por estar jubilado
y mi esposa en paro, tampoco hubiéramos pagado.
Hicimos la visita, había varias salas
con Fortunys, Madrazos (padre e hijo)Beruete, Sorollas, etc.
Pasamos también por unas salas
dedicada a la pintura de época, donde nos encontramos una buena
colección de “cuadrazos”por la grande y por lo bien pintados.
Hubo una época que quien quisiera ganar la medalla de oro de las
Bellas Artes, tenía que pintar esos temas y esos tamaños, sino no
tenía nada que hacer.
Algo parecido a lo que ocurre ahora con
los tamaños en los concursos, cuando vimos colgados algunos cuadros
de Fortuny, considerados obras maestras, que son bastante pequeños.
Cosas de los jurados.
Luego un repaso a los Velázquez, los
Ticianos, los Rubens y más tiempo con Goya, después de verlos
muchas veces aun me siguen impresionando sus pinturas negras y sus
escenas de guerra.
Salida sobre las dos y bocata de
calamares frente a Atocha, que me encantaban, ahora le han metido un
pan más pequeño y más malo y bastante más caro.
En el Reina Sofía. Se han apuntado
también al tema de la guerra y tenían una sobre este tema donde la
colección estaba toda dispersa, resultaba incomoda la visita,
también porque había zonas cortadas el paso y me ocurrió que le
pregunté en una ocasión para salir de donde estábamos a una señora
de los funcionarios y reconoció que no sabía por donde guiarme. En
fin hubo cosas interesantes, muchos videos, muchas pancartas y
montajes muy aburridos, prefiero la colección.
También en el Circulo de Bellas Artes
se apuntaron a la Guerra (joder que obsesión), esa me gustó, había
una gran parte de la batalla del Ebro y del frente de Jaca, donde
casualmente hubo varios ubriqueños, entre ellos mi padre y mi
suegro. Ahí había documentos fotográficos a miles y algunos de
esas fotos venían también ya publicadas en los periódicos. Muchos
videos y documentos manuscritos, desde generales hasta poetas como
Lorca o Hernández. Y muchas crónicas de corresponsales extranjeros,
entre ellos Hernes Heminguay
Subimos a la terraza y desde allí se
ven unas panorámicas de una parte Madrid que que vale la pena.
Por fin pasamos a ver la colección de
su concurso de pintura que viene sucediendo desde hace años. Allí
había de todo, no había un criterio determinado para la colección,
sino premiar cuadros que a juicio del jurado podían prometer sus
autores. En algunos han acertado en otros no me gustaría verlos
colgados en mi casa todos los días. ¡Será que aun no estoy
preparado!, pues vale, será.
Hemos visto por primera vez por dentro
el templo de Nebod y me ha gustado bastante, hay piezas de edificios
egipcios y varias maquetas que te aclaran algunas cuestiones de aquella
civilización tan extraordinaria en tantas cosas.
Cerca de allí a la misma altura de la
calle, en la acera contraria se encuentra el Museo de Cerralbo, que
lo había escuchado que existía, pero aun no lo había visto.
Llegamos y nos encontramos con un palacete lleno literalmente de
cuadros, porcelanas, muebles, relojes, techos pintados por artistas
magníficos y una extensa colección de armas y fotografías de la
familia Cerralbo. Una Gozada a 100 metros de la Plaza de España.
2º Dejamos para el último día el Museo
de Sorolla, queríamos verlo de nuevo porque ya nos dejó una buena
impresión cuando fuimos antes del arreglo. Había una exposición
dedicada especialmente a su señora, Clotilde que además era su
modelo y musa. Con algunos cuadros jamas expuestos, me los hubiera
llevado todos a mi casa.
Cuando llegamos pregunté si había
entrada reducida o gratis para los jubilados, y me preguntó la
señora que si estaba jubilado, le dije que por culpa de la crisis y
los chinos. Extrañada me dijo que ¿como era eso?, les explique a
todas(eran varias, que se unieron) que en Ubrique se llevaron la
producción algunas grandes marcas de la moda a China y que llegaba
antes las copias que el pedido. Y en eso me tuve que jubilar por no
encontrar trabajo. Total que estuvimos un poco comentando la
actualidad pésima del trabajo y se creó una corriente de simpatía
mutua.
Durante la visita mi esposa que ya está
muy acostumbrada, va por delante y me va esperando de tramo en tramo.
Yo miro y remiro los detalles, las pinceladas, me acerco y me alejo
para ver los efectos, no me pierdo detalles, en fin que aburro a los
acompañantes de tiempo que le dedico. Además podía sacar fotos sin
flash.
Al pasar a la segunda sala le pregunto
a la vigilante ¿Ese banco forma parte del mobiliario, o es para
sentarse? Es parte del mobiliario, me contestó. Me volví a la sala
primera para ver nos se que y cuando vuelvo veo a mi esposa sentada
en la silla de la vigilante y hablando con ella, entonces le dí las
gracias por haber cedido su trono a mi señora. ¡Ha! ¿Pero sois
esposos? Desde hace muchísimos años señora, contesté.
Le estaba diciendo que conocía las
costa de Cádiz y la del Sol, Ubrique, sierra de Grazalema, etc.
pasamos un buen rato comentando cosas y
lugares que conocíamos ambos. Al final le pregunté su nombre (Lucía Ocaña) y le
dije de broma, que era para poner una queja de ella en el libro de
reclamaciones.
Nos despedimos dejandoles una tarjeta
para el próximo verano que vendrán por la Costa del Sol, que nos
veríamos para pasar unas horas juntos y enseñarles lugares que no
conozcan.
Cuando llegamos a la salida había
alquilado una guía impresa, que dejas dos euros de fianza y luego a
la entrega te los devuelven. Me preguntaron que tal la visita, si nos
había gustado y yo les pedí el libro de reclamaciones, diciendo que
se iban a enterar. ¿Qué ha pasado? Me preguntaron con sorpresa y
les dije que cuando me hacen algo incorrecto suelo dejar una queja y
cuando me tratan bien dejo una felicitaciónes.
Aprovecharon para que también dijeran
algo de ellas, les dije que por supuesto todos habían contribuido a
crear un buen ambiente para disfrutar más aun de la visita. Y
escribí lo que pensaba del buen trato, no el correcto, sino una algo
muy por encima de lo habitual en los museos, que suele ser muy
correcto. Y una queja para Sorolla.
Por la noche cuando veníamos saliendo
de Madrid, me llaman por teléfono y era la vigilante para
agradecerme las felicitación que había dejado escrita.
Esto era el día 20, el 21 ya me habían
mandado desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte un
escrito agradeciéndolo (?).
Esto contrasta mucho cuando le escribí
a los dos Ministros del Trabajo de Zp, para decirle la miseria que me
quedaba de pensión, después de los años cotizados y ninguno se
dignó a contestar, pese ha haberlos escuchado decir a ambos que los
más perjudicados eran los que se jubilaban
anticipadamente.
El Museo de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, en la calle Alcalá sigue cerrada su segunda
planta, llevo bastantes años queriéndola ver, porque hay allí un
cuadro de un pintor venezolano, del que tenemos otro.
En la primera hay varios cuadros de
Goya y el edificio es magnífico, de todas maneras no teníamos mucho
empeño.
Y 3º. Cuando volvimos del Sorolla (por cierto
la única vez que nos subimos en un medio de transporte, para ver
Madrid bien, hay que patearlo), nos bajamos a la altura del Prado
para pasar por el restaurante que el dueño fue protagonista días
después en la manifestación del 25-S, pero esta vez no entramos
porque había, mucho de paella congelada, y como casi siempre mucha
gente, seguimos en dirección a Atocha, y un poco más abajo han
hecho de unas callejas, una plazoleta al borde del Paseo del Prado y
que tiene unas cuantas que van desde allí hasta la zona alta de
Madrid, Sol, Plaza Mayor, Plaza del Carmen,etc.
Es una zona que
están dejándola preciosa, hemos estado por allí años atrás y ha
dado un cambio muy positivo.
Hay dos calles paralelas una Huertas y
la otra Santa María.. Si sube por esta última en la segunda
manzana, en la segunda esquina verá el Convento de las Trinitarias,
dobla a la izquierda una pequeña calle (San José) y se encontrará
en la esquina de enfrente BAR CHOCOLAT (C/ Santa María 30)
Entren allí y comerán magníficamente,
¡son para estrellas Michelín!, varios platos para elegir, primero y
segundo, bebida, postres (que los hacen deliciosos) y café por
9,95€.Es un bar restaurante pequeño y muy limpio, todo nuevo y ordenado, unos servicios limpios.
Alfonso el camarero, un tipo simpático, servicial
y apañao, el cocinero joven pero muy bueno, con pinta de limpio y
otro joven que estaba en la calle repartiendo publicidad, esto es muy
habitual desde hace años en Madrid.
Me gustó tanto que le pedí permiso
para incluirlo en esta croniquilla de nuestro viaje para quien le
pueda servir, además le prometí que el próximo también nos
pasaríamos por allí. Quedamos encantados, no se si se me nota. Espero que tenga suerte y pasen por allí muchas clientes, creo que se lo merecen.
Hechos como estos en los libros de autoayuda se les llama el poder de atracción (tú atraes lo que tú irradias) pero esto sería tema de otro trabajillo.
Hechos como estos en los libros de autoayuda se les llama el poder de atracción (tú atraes lo que tú irradias) pero esto sería tema de otro trabajillo.
1 comentario:
Miguel tomo nota y te garantizo que en cuanto pueda seguiré tus pasos, es más les daré recuerdos tuyos, si me lo permites, a Lucía y Alfonso, en los distintos lugares que has propuesto.
Muy buena crónica.
JMR
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