Castaños de Igualeja |
Esta
denominación es invento mío, es conocida por los Serranía de
Ronda. Mi esposa y yo llevamos como unos 15 años yendo a mediados de
Noviembre para ver los castaños cuando las hojas emulan el oro, es
una gozada para la vista.
Sin
embargo este año tuvimos tan mala puntería a la hora de elegir día,
nos tocó uno bastante frio y a veces nublado, incluso nos cayeron
unas gotas.
Como
es de costumbre solemos invitar algunos amigos, este año fueron unos
colegas de nuestro pueblo natal, que al igual que nosotros tienen
vivienda en Sabinillas y mantienen la de Ubrique.
Esta
vez entramos por Igualeja para que vieran el nacimiento del río
Genar y Pujerra, cuna del rey Wamba, el segundo último de los reyes
godos, que les pasó como a la Iglesia con Juan XXIII.
Pujerra desde Igualeja |
Luego
en Parauta no pudimos entrar por haber una fiesta y haber más coches
que espacio, contando con 5 autobuses, que no dejan pasar ni una
bici. Otro año será, vienen más.
Entramos
a Cartajima y dimos una vuelta, en el sentido literal, porque hay un
paseo que lo rodea y pasas por un mirador con unas vistas magnificas
de toda la zona.
Más
abajo hay un espacio junto a la carretera donde solemos llevarnos la
comida y desde allí, mires para donde sea es precioso. Supongo que
por estar encima del Júzcar (pueblos de los pitufos), estaba muy
deteriorada la zona, con restos de haber habido unos cerdos de dos
patas, bastantes peores que los originales.
Estuvimos
entre sombras y sol, con momentos que parecía que se nos caía el
cielo, pero las previsiones, del viento fallaron y al ser muy suaves,
además de no hacer más frio, no dio pie para que lloviera.
Ya
dije que estábamos por encima de Júzcar, pues cuando llegamos y
vimos mucha gente menuda disfrazada de pitufines y sin lugar para
aparcar cerca, continuamos la ruta hasta Farajan, no sin antes
pararnos en un alto de la carretera para ver dese lejos el pueblo
celeste.
En
todos estos pueblos, han recibido un remozado general y muchos
edificios, una enmienda a la totalidad, encontramos casas muy
buenas, hechas con gusto y con materiales a juego. Puede que sean los
hijos que han estudiado y vuelven a su pueblo o la gran cantidad de
personas que siguen viviendo de la Costa del Sol, más los
funcionarios, políticos, pequeños agricultores ganaderos y no hay
que olvidar los jubilados que aunque poco, cobran todos los meses, y
como ya hubo cribas anteriores, los que no tenían algunas
propiedades tuvieron que emigrar y algunos vuelven.
También
otra cosa que ha cambiado son los bares y restaurantes que existen
hoy, cuando hace algunos años, no había nada más que un
restaurante en Farajan, que aun sigue, y es bastante bueno, de un
chef que se vino de un gran hotel de la Costa, a montar un pequeño
negocio.
Vista desde Alpandeire, al fondo Benadalid, Atajate y Algatocín |
Al
final nos quedaba Alpandeire, que lo vimos poco por ser tarde y los
invitados no mostrar mucho interés.
Salimos
a la nacional Ronda- Algeciras, pasamos de Benadalid, paramos en Atajate, que pese haber pasado por allí bastantes veces y haber parado en una confitería que tenía unos trabajos que daba pena de comerselos, aun siguen pero ya muy comercializada y cara, cafelito tertulia con algunos parroquianos y seguimos pálante.
Jubrique desde Algatocín |
Puerto del Espino |
Benalauría
y paramos en Algatocín, dimos una vuelta por el pueblo esperando que
abrieran una chacinería, algunas fotos desde unos miradores, que se
ve enfrente Jubrique,
y un poco más adelante, tachááán, en el
Puerto del Espino es p e c ta c u l a r puesta de sol, desde allí
fue oscureciendo, Gaucín vestía de noche a nuestro paso y... a
casita, que nos esperan larga lista de baches y vaivenes.
Vista parcial de Atajate |
Mirador de Algatocín |
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