Sebastián
González Barroso.
Gente
sencillas que hizo cosas extraordinarias.
¿Quién
es este hombre? Era una persona nacida en Jerez, Graduado Social, administrativo de
las bodegas Domeq, el cual conocimos en Ubrique por pertenecer a la
HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). Era la vanguardia
obrera de la Iglesia católica, tenía un plan de formación
insuperable en aquellos años.
Sebastián
era un hombre que tenía dificultad para andar por defectos en los
pies y se valía de un bastón, simpático, amable, con mano
izquierda, físicamente de aspecto frágil, pero solamente de aspecto.
Gracias
a él y a Esteban Caamaño, trabajador de las bodegas Terry fueron
los que dieron a conocer y lideraron USO, en toda la provincia
gaditana.
En
un reparto de información por toda la bahía los pescaron en una
redada de la policía político social franquista.
Este
hombre fueron a su casa a por él y se lo llevaron a comisaría.
Cuando llega un poli y le pregunta ¿Sebastián qué haces tú aquí?.
Era un compañero de estudio, que no pudo hacer nada por él. Le
golpearon hasta en el carné de identidad, y luego a esperar juicio
en la cárcel del Tribunal de Orden Público (TOP)
Sebastián
viendo que todos los apresados eran casados y con hijos y él soltero
y sin novia, por aquel momento, se autoinculpó de todo lo que había
supuesto aquella acción de reparto de octavillas de un sindicato
ilegal.
Esto
le supuso cárcel una temporada, afortunadamente el régimen cada vez
estaba más débil. La USO terminó siendo el sindicato independiente
más fuerte de la provincia de Cádiz. Con los dirigentes más
preparados y sin recibir ayudas de nadie, ni en el reparto del
patrimonio sindical, eso se lo dieron todo al UGT y CC.OO, ambos por
tener sendos partidos por detrás.
Sebastián
ya casado con Angela, una compañera excelente, lo tuvimos muchas
veces en Ubrique asesorando a mi amigo Joaquín García Jiménez, que
fue el que organizó la USO en Ubrique. Consiguiendo tener más 1.200
afiliados, seguramente no lo conseguirá otro sindicato.
De
aquí derivó la continuidad de mejoras para los trabajadores que
comenzamos (los antisistema) en el sindicato franquista, consiguiendo
unos niveles de salarios y de derechos que tendrán que pasar años
para que se disfruten de nuevo.
Entre
otras fue cuándo comenzaron a estudiar de manera general los hijos
de los trabajadores de la piel, llegando a ser en España los
primeros en numero de universitarios por habitantes. También en
automóviles. Seguramente también en horas de trabajo ganaríamos
por goleada
Todo
esto no calló del cielo vino de personas como Sebastián y tantos
otros que sacrificaron, familia, trabajos y a veces su vida por
conseguir mejoras generales. No existía este individualismo
imperante hoy, pese a la dictadura o tal vez por ello.
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