Una persona que está deseando convencerse de la existencia de un
estado futuro, si es mínimamente cuidadosa a la hora de aceptar
pruebas, se sentirá amargamente desilusionada con todas las pruebas
a favor de un tal estado. Basándose en evidencias así, nadie podría
creer ni siquiera la más universalmente aceptadas cuestiones de
hecho. Todas las pretendidas pruebas filosóficas- a favor de un
estado futuro- descansan en la suposición de que los hechos del
universo tienen necesariamente alguna relación con las fantasías de
nuestra mente.
JOHN STUART MILL, Filósofo utilitarista.
De su libro Autobiografía, escrito en 1854
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