De entrada tengo que decir que me he criado en la cultura taurina por varias razones: mi tío Miguel López Medinilla era muy aficionado, incluso llegó a torear vaquillas.Me dejaba un semanario de toros y yo los dibujaba desde muy pequeño.
Cuando pequeño, en vacaciones, me iba a Jerez con mi tía Rosario Salas Flores y su esposo José Jiménez Coroníl, con el que tuve siempre una magnifica relación y admiración. Este era guarda de una dehesa de caza menor, que más tarde se convirtió en la cementera que está junto a la autovía Sevilla Cádiz, a la altura de la Laguna de Medina, con la cual limitaba. Otro vecino era Marteguilla la Ganadería del Marqués de Villamarta y por otro lado estaba la ganadería de Salvador Domecq. Veía casi a diario alguno de estos ganados y a veces asistíamos invitados a fiestas taurinas, donde vi por ejemplo a Rafael de Paula cuando era novillero.
Mi tío Antonio también solía llevarme a las corridas de rejones que hubo en Ubrique organizadas por D.Fermin Bohorquez Escribano, para recaudar fondos para el Instituto nuestra Srª de los Remedios.
Y por último mi primer trabajo por cuenta ajena fue en un taller de repujado, un verano, después vino a los 8 ó 9 años otro taller de repujado con Alfredo Ortega Mateos, después de la escuela y ya por último con los hermanos Pérez Urbina y todo ese trabajo estaba muy relacionado con la fiesta nacional, porque casi la mayor parte de lo que encargaban para repujar eran toreros y bailaores-que solía ser una pareja-.
Con todo esto quiero hacer significar que estaba inmerso en un mundo que eso de los toros, era lo más normal.
Después salió el fenómeno El Cordobés y aquello levantó la fiesta, que siempre ha pasado por momentos de decaimiento, y fue un subidón, que decimos ahora. Casi todos eramos del Cordobes y del Real Madrid
Pero luego fui entrando más en la música, la formación humanística y aquello pasó casi al olvido, aunque siempre me interesó más el mundo de campo que el de la plaza, tal vez por lo no sangriento, y por la naturaleza. Y sobre todo siempre el mundo del caballo, que creo que es el animal más bonito y noble, en general que existe, aunque también los hay cabroncetes.
Ahora me conformo con ver de cuando en cuando alguna televisada, sobre todo de rejones, más por los caballos y creo que al toro se le ponen demasiadas puyas. Y suelo ver Toros para todos y Tendido Cero e incluso cuando encuentro algún programa en el dial de la radio, lo suelo escuchar porque en general están muy bien hechos y por esto más que por los toros en si mismo
Ahora me salen los que quieren seguir siendo diferente como dijo Prat de la Riva "no queremos ser diferentes, somos diferentes".Y claro si una seña de identidad de España son los toros !a por ellooooooooos, joderrr¡ y he escuchado algunos debates, y hasta ahora me he identificado más con los partidarios que con los detractores, aunque comparto algunos de sus argumentos de los contra, creo que con la falta de respeto, fanatismo y bordería, se descalifican bastantes ellos mismos.
Hasta ahora los taurinos y más concretamente los toreros han estado bastante silenciosos en general y como colectivo sólo he escuchado que se movilizarian y al día de hoy nada más.
Creo que los detractores ignoran muchas cosas del mundo del toro, dicen que toros sí pero no matarlos, he escuchado a algunos ¿Han pensado quién sería el que invirtiera en una ganadería brava para después tener los toros hasta que mueran de viejos o matarlos para carne? Como no fuera el Estado (= impuestos), cualquier particular sería un caso rarísimo, porque el toro bravo lleva aparejado unos gastos y cuidados, que nada tienen que ver con el de carne, este es mucho más rentable al parecer aun hoy. Los ganaderos que escucho casi siempre suelen decir que lo hacen por vocación y/o tradición familiar. ¿Qué sería de esas magnificas dehesas que gracias a estas ganaderías mantienen una riqueza natural en vez de desiertos, o selvas?.
Por otro lado el argumento de que el toro sufre. He escuchado a veterinarios comentar que el toro bravo en la pelea con el torero, no debe sentir mucho dolor por un mecanismo biológico que produce una anestesia que lo amortigua. Con este argumento de ser cierto creo que quedaría desmontado lo de la crueldad. Y si metiéramos una cámara en un matadero, posiblemente más de uno dejaría de comer carne o atún y pasaría a la lista de vejetarianos.
A mí personalmente no me gusta mucho tanta sangre y por esto estoy más retirado, que cerca, de este mundo real. Otra cosa es el periodístico ver una corrida televisada por Canal Plus, es una gozada, las imágenes que proporcionan, la cantidad de cámaras que instalan, documentación de los actuantes y hasta la reata de los toros...Muy bien hechos, o Toros para todos y Tendido Cero que va metiendo nuevas cositas como el anterior citado.
En fin un lujo estético ¿Y ético?. Criar un toro para la diversión del personal es probablemente rechazados por muchos o solo algunos. Pero creo que de otra forma sería muy difícil que pudiéramos contemplar esos magníficos ejemplares de toros de lidia.
Nuestros vecinos de Portugal la parte más cruenta de las corridas la hacen de manera más discreta y sobre todo la muerte, es dentro y no en público. ¿Es esto más humano o respetuoso?
Creo que de aquí se puede partir en un debate sereno para buscar cambios adaptados a nuevas sensibilidades, donde veterinarios y el mundo del pensamiento pueden aportar puntos de vista reales, no adulterados por la política y el fanatismo odiador al que no piensa igual. Y podría terminar en referéndum.Que el pueblo diga, pero sin manipulaciones ni imposiciones
Mientras aconsejaría a los del pensamiento único de izquierda o derecha que se callen las bocas, y el que quiera ir que vaya y el que no, no está obligado, como tampoco deberían intentar obligar a no ir, con gritos e insultos y a veces agreciones físicas como incivilizados, que son encubiertos ahora en lo antitaurino, pero "levantales el jato y se les verán las matauras".
Lo que me fastidia, desde el lado político, es que el PSC en esto le da voto libre a sus diputados, pero en cambio con la ley del aborto, eso no, parece que la posible vida humana tiene menos importancia que la Fiesta de los Toros. !No te jodes¡ Los oportunismos apestan desde lejos.
El fin de semana pasado salió una encuesta en el País donde había un gran porcentaje en Cataluña de antitaurinos (65%) pero que a su vez eran partidarios de no prohibir la fiesta.
Creo que esa debe de ser la actitud-RESPETO- y esto para que aprendan los que deberian ir por delante -políticos- y el pueblo llano está muy por encima de ellos, hasta en esto.
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